




La carreteras 722, 7722, 1, 7737, 741, 7741, 179, y la 184 son la rutas panorámicas hacia el lechón, desde Aibonito. A las 4:00 pm, saciados varios de los apetitos carnales, regresamos a la corrida, esta vez llenos y cansados, pero con excelente ánimo. En la ruta panorámica, la ruta de la reserva forestal Carite, nos recibe con un brisa helada y niebla, característica de la humedad vespertina del lugar. Experiencia inolvidable para todos nosotros.
La travesía prosigue hacia el oriente, no sin antes cruzar donde se origina el Río Grande de Loiza, en la PR 181. Interceptamos la PR 182 hacia Yabucoa. La corrida continua, la noche nos arropa, el cansancio nos agobia y repentinamente aparece un oasis que nos invita a descansar y birrear por media hora. Esta parada reconfortante, nos llena de brio y energía y continuamos el camino hacia Maunabo. Intersecciones vienen y van y el Capitán de carreteras hace la mar de decisiones plenamente confiado que sabe pa "onde va". Las 8:00 pm, todavía en motora, una parada repentina es necesaria, esta vez no es para birrear, sino preguntar "donde carajo estamos" además de pérdidos. Varios clientes del negocios y algo entonaitos nos alertaron que estabamos en los barrios más altos de Yabucoa, pero alejándonos de Maunabo. Se nos ofrecieron algunos guias para dirigirnos, unos más "picaos" que otros; Classen, argumentó, pero como vamos a seguir a alguien picao; le comentamos a Classen; en igual de condiciones estamos nosotros, por lo menos ellos son de aquí.
Contiuamos el recorrido, no sin antes recibir el consejo del guía seleccionado; que dijo "el camino a seguir tiene empinadas cuestas y que por ninguna razón debiamos parar en las mismas". Recibí el consejo con escepticismo.
El recorrido continuó por unos senderos municipales desconocidos y no iluminados. Nuevamente, el guia se detiene, se baja del auto y me dice" aqui comienzan las cuestas, pásalo pa'atras. Incrédulo le aviso al motorista de atrás y le digo"empienzan las cuestas pasalo pa'átras" y le comento al mismo tiempo, cuan empinadas pueden ser, pendejo ese guía.
El guia tenía razón (los pendejos iban en motora) era de noche, oscuro, la carretera municipal de 5 a 6 pies de ancho, riscos a ambos lados y la carretera completamente craterizada y las cuestas parecian que era el camino más empinado y corto para ir al cielo. Kilómetro y medio de emoción, sustos y adrenalina impregnaron a todos durante el recorrido hasta llegar a la vía principal. Ortega comentó, "si vemos la cuesta de día, ni nos atrevemos". Verificamos a todos los motoristas y todos estaban bien.
Jubilosos y con el orgullo de haber pasaso sin accidentes el obstáculo, reiniciamos la corrida. Ya en la vía principal, siguiendo al guía y sin saber donde carajo estabamos, el grupo de divide. El Capitan (Lichie) y 3 motociclistas (Omar, Josué y Mayda) y el guia nos detuvimos en el primer puesto de gasolina que apareció en la ruta. Los demás motoristas ( 7 motoras) desaparecidos en acción.
Logramos contacto con el resto de los motociclistas mediante celular y nos enteramos que fueron víctimas de un tiroteo con pistolas de bolas de tintas (Gotcha). ¡Diablos!, le dieron a tres motoristas, nadie resultó gravemente herido, que no fuera por el dolor del impacto de la bala de tinta; ninguna moto cayo al piso, por el tiroteo.
La frustración y susto de todos fue grande. Y todavía no comprendemos, la magnitud del montón de puertorriqueños irresponsables y cochinos que existen y que atentan contra otros y en este caso con pistolas de balas de tinta (Gotcha) para disparar a peatones en movimiento.
Sin lugar a dudas Puerto Rico entre la "Burrocracia", el GOBIERNO, LOS DELINCUENTES E IRRESPONSABLES está destinado a JODERSE...
Finalmente, el guia nos llevó a Maunabo, llegamos a Maunacaribe a las 9:30 pm, quince y media hora despúes, cansados, pero con una historia que nunca se nos borrara de las mentes y probablemente la contemos, palante...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario